¿Nuestros talentos nos pueden debilitar?
- Logui Bernal
- 23 abr 2023
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 5 jul 2023
En la vida solemos identificarnos demasiado con nuestras cualidades. Se trata de la máscara que utilizamos para presentarnos ante el mundo: de ser calmados pasamos a ser «fríos»; de ser joviales, a ser «payasos»; de ser serviciales, a obsesionarnos por «ayudar», etc. Basamos nuestra identidad en esa apariencia. De esta manera, nuestra cualidad esencial, llevada al extremo, se convierte en nuestro defecto más característico.

Los seres humanos nos aferramos a la imagen que tenemos de nosotros mismos. Estamos dispuestos a pasar un infierno, solo para no tener que renunciar a ella. Por eso nuestra cualidad exagerada se convierte en una fijación. Por supuesto, se trata de un proceso inconsciente, pero que podemos observar y cambiar. En el fondo, aunque la hayamos exagerado, sigue siendo nuestra cualidad: dos caras de una misma moneda.
El reto es aprender a descubrir lo positivo y dejar de lado la exageración de que hacemos alarde convirtiéndola en una máscara. Es decir, encontrar un equilibrio que ayude a no dar riendas a la fijación para potenciar nuestras mejores capacidades. Pero no sirve que alguien nos quite la máscara, sino que nos demos cuenta de que es exagerada.
Los sufíes (una rama mística en el islamismo) opinaban que el talento de un ser humano lo puede destruir (cuando lo exagera). Nuestros talentos nos destruyen porque tendemos a identificarnos demasiado con lo que podemos hacer bien. En el equilibrio podemos encontrar nuestra redención.
コメント